Todo evoluciona a una velocidad de vértigo, y sí, el amor también lo hace. No te quedes sexualmente obsoleto!
«¿El sexo? ¡Pero si es siempre lo mismo!”: ¿En pleno siglo XXI y todavía con estas frases? Si sigues pensando así, más vale que espabiles.
Desde la prehistoria hasta hoy las costumbres en la cama de hombres y mujeres han cambiado de manera radical. El futuro ya está aquí y toca prepararnos para continuar con un año que se preveía muy, pero que muy movidito: nuevas actitudes, nuevos intereses e incluso nuevas tecnologías.
Te presentamos seis tendencias que van a situar 2017 en los anales de la historia (valga la ironía) del sexo. Todo un hito, una nueva revolución en curso.
La clave está en los traseros
El apego a los traseros lleva tiempo en el aire: «butt is in the air». Los focos de atención sobre las Kardashian o el twerking son dos ejemplos indiscutibles. 2017 está siendo el año de los culos, bullates, nalgas, posaderas, pompis o como os apetezca llamarlos, dependiendo de si sois más o menos refinados.
¿El motivo? Parte de la culpa la tienen las redes sociales. Muchas de ellas ejercen una férrea censura sobre pezones y otras partes más explícitas del cuerpo femenino y varonil. A los exhibicionistas que desean mostrar cacha, Internet les ha dejado solo el trasero. Por ello, esta fracción de la fisonomía está que lo peta.
Ante la moda de las posaderas, los prejuicios sobre las mismas se van deshaciendo. La gente se siente más liberada para hablar sobre prácticas que antes permanecían veladas y el sexo anal ya no es tan tabú.
El sexo oral también desea ir más allá de lo consabido. Cada vez más letras de canciones rap y hip-hop hablan de “comerse el pastel”. ¿Un síntoma de que el anilingus es cada vez más una tendencia?
La cama ya no es cosa de dos
El poliamor llegó hace tiempo para poner en duda el ideal de la media naranja. No obstante, ser poliamoroso no tiene nada que ver con acostarse con más de una persona al mismo tiempo. ¿Será el sexo en grupo un paso más en el largo camino de la liberación sexual? Cada vez más gente está dispuesta a experimentar con varias compañías, y la moda es aún más acentuada entre la población de mediana edad.
Las mujeres se muestran más decididas a tener sexo de maneras menos convencionales. El espectro sexual de ellas es más complejo que el de los hombres.
Las mujeres son quienes se muestran más decididas a tener sexo de maneras menos convencionales. Varios estudios defienden que el espectro sexual de este género es más complejo que el de los hombres: más maleable, más líquido y más desarrollado en torno a la afectividad. Entre el sexo femenino ha aparecido un nuevo término: el de las llamadas “chicas unicornio”. Se trata de mujeres interesadas en realizar tríos con parejas, incluyendo a un hombre heterosexual y una mujer que sienta curiosidad por la bisexualidad. Se dice que los unicornios no existen, ¿saldrán de su armario de fantasía en este 2017?
Nuevas posiciones y técnicas
Parece la típica postura del misionero, pero no. La posición C.A.T (siglas en inglés de la técnica de alineamiento coital) busca sobre todo explorar el placer femenino. Con el hombre encima, la mujer junta sus piernas y las coloca por debajo del varón, que las mantiene, sin embargo, abiertas. El hombre no conseguirá penetrar de forma muy profunda, pero sí sentirá suficiente satisfacción.
La técnica ‘edging’ busca que la magnitud del clímax os lleven a ti y a tu pareja a que os estallen los oídos
Quien haya tenido algún orgasmo en su vida, habrá sentido que unos son más intensos que otros. Mientras que muchos son medianamente placenteros, hay algunos que son para llorar de placer. La intensidad no es un factor fortuito y se puede modificar a través de diferentes condicionantes. La técnica ‘edging’ busca que la magnitud del clímax os lleven a ti y a tu pareja a que os estallen los oídos. El método es sencillo: lleva a tu compañero o compañera hasta el borde del orgasmo y detente en el último momento. Después vuelve a empezar. Entre estos picos de excitación y relajación, el orgasmo final será comparable a un terremoto de magnitud 10 (nunca registrado) en la escala de Richter.
Todo tipo de lugares para practicar
Aunque siguen intentando mantener un cierto toque de clandestinidad, las fiestas sexuales son cada vez son menos secretas. Quizás, por eso, aparecen cada vez más lugares que ofrecen experiencias novedosas para experimentar el sexo sin tapujos.
¿Buscas unas vacaciones para dar rienda suelta a tus fantasías? Hedonism II es un ‘resort’ donde andar en cueros es solo una opción. Esta ciudad de vacaciones, no apta para toda la familia, pretende potenciar esa teoría de la Antigua Grecia que tiene el placer como fin fundamental de la vida: espejos en los techos de las habitaciones, suites con jacuzzi semiprivado, camas múltiples, etc. El problema es que el complejo se encuentra un poco lejos, en concreto en Jamaica. Para los europeos existe, sin embargo, la playa de Cap d’Adge, en el sur de Francia, ideal para las parejas liberales que buscan los intercambios.
Para los que se hicieron una cuenta en Ashley Madison ahí está el proyecto ‘Cheating Island‘, el único lugar del planeta donde el adulterio va a verse alentado. Promovida por la página web ‘Illicit Encounters’ se trata de una isla exclusiva para que los infieles no puedan ser cazados. Se dice que para llegar allí será necesario utilizar el helicóptero, el acceso se realizará con los ojos vendados y se tendrá que firmar un documento con una claúsula de exención de responsabilidad para la empresa.
La revolución digital
Con los avances tecnológicos que tenemos hoy en día, las novedades tenían que llegar también a los juguetes sexuales: vibradores controlados a través de Bluetooth, el ‘womanizer’ (un artilugio que promete un orgasmo femenino en tan solo un minuto) y hasta un dron sexual con forma de consolador para el placer de ella (el así llamado dildo drone).
Juguetes tecnológicos, realidad virtual y robots. La revolución digital también llega el sexo.
La realidad virtual también va a revolucionar el porno y está ofreciendo ya experiencias, a través de internet, más inmersivas que permiten simular un encuentro en primera persona con la actriz o el actor porno preferido. Bastan un teléfono móvil y un ‘Google Cardboard’.
Varias webs, sin embargo, subrayan la que para muchos va a ser la revolución nunca vista, digna de ciencia ficción: los robots sexuales. Se promete que estos humanoides serán capaces de ofrecer una experiencia como ninguna otra, que además va a ser personalizada, acorde a las fantasías eróticas de los amos de estos autómatas. Se estima también que en el futuro tendremos más relaciones con robots que con seres humanos. Algunos están ya soñando con androides que reproduzcan el cuerpo de sus ídolos del cine, la música y la televisión… difícil prever las consecuencias que van a traer las nuevas máquinas.
Fuente: El Confidencial 2017
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